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El vértigo de la permanencia

La fotografía, ese acto mínimo de capturar la luz, ha sido para mí una constante interrogación. ¿Qué se congela realmente en una imagen? ¿El rostro, el gesto, la intención, o tan sólo la nostalgia de algo que ya no es? En cada obturador que se cierra hay una pérdida, una despedida tenue que se disfraza de presencia.

Continuum bound 1

He recorrido las calles con mi cámara como quien lleva un diario íntimo. No busco escenas espectaculares, sino fragmentos donde el mundo parece olvidarse de sí mismo. Es en el temblor de una mano anciana, en la sombra de un poste sobre un charco, donde la eternidad se asoma por un resquicio. Fotografiar es detener el vértigo, es una forma de decirle no al olvido.

Pero también sé que toda imagen es mentira. O una verdad parcial. El encuadre es una exclusión, una elección entre infinitas posibilidades. Lo que se muestra tiene el mismo peso que lo que se decide no mostrar. Por eso, fotografiar es también una forma de escribir, de contar sin palabras, de narrar el tiempo como si aún nos perteneciera.

Lucía Valverde
Hernán Luvina